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27 mayo, 2025

Cannes, cine, glamour y largas esperas

Por Alba Beltrán Pérez
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Valencia, 27/05/2025, Alba Beltrán
El Festival Internacional de Cannes celebró su 78ª edición del 13 de mayo al 24 de Mayo de 2025,presentando un total de 22 películas en la competencia de la Selección oficial y el resto agrupándose en categorías como Un Certain Regard, fuera de competencia, competencia inmersiva, Semaine de la Critique o Quinzane des Cinéastes entre otras.

La actriz francesa Juliette Binoche (Chocolat) fue la encargada de presidir el jurado de la competencia oficial y los actores Robert de Niro y Denzel Washington recibieron la Palma de Oro honorífica por su trayectoria, entregada al primero por Leonardo Dicaprio. El protagonista de Taxi Driver además realizó una masterclass al día siguiente,14 de Mayo, en presencia de un público que estuvo dispuesto a esperar horas en las célebres last minute line de Cannes (colas que para quienes no han logrado entradas, opten por los asientos liberados de quienes no pueden asistir a la proyección y que no garantizan siempre el acceso).

Mi acreditación me posibilitó disfrutar del festival desde el 13 de Mayo hasta el 17, viendo un total de seis películas.

El festival se inauguró proyectando durante la ceremonia de apertura el debut francés Partir un Jour de Amélie Bonnin, basada en el cortometraje de la misma directora Bye Bye (2021). Concebida como un musical, algo que el espectador, si no ha leído más allá de la reseña, ignora al sentarse en la butaca, la película sigue a Cécile (Juliette Armanet), una chef prestigiosa que al recibir la noticia de que su padre, dueño junto a su mujer de un bar-restaurante para camioneros, ha sufrido un infarto, regresa a su pueblo natal y se reencuentra con su amor de la adolescencia, Raphäel (Bastien Boullion) y decisiones que le confrontan con la vida burguesa alejada de sus orígenes que había construído en París, metiendo el dedo en la llaga de todo lo que había mirado alguna vez con condescendencia.

Al día siguiente había una gran expectación, pues aunque estaba fuera de la competencia oficial, era la premiere de Mission Impossible: The Final Reckoning. Con las calles cortadas y preparadas para recibir a Tom Cruise en la entrega final de una de las sagas de acción más icónicas y taquilleras de la historia del cine, Cannes acogió en el Grand Theatre Lumière las tres horas en la que Ethan se enfrenta a la posibilidad de la salvación de la humanidad o su completa aniquilación; esta vez ocasionada por la Entidad, una IA que ya se ha hecho el control con las centrales nucleares del mundo y que solo puede ser parada consiguiendo un dispositivo y conectándolo. El filme ofrece la posibilidad de ser disfrutado por aquellos que no han seguido la saga pues cuenta con numerosos flashbacks, algo quizá sobreexplicativo para otros, e incursiona en un tema de poderosa actualidad con un final épico y unas magníficas escenas aéreas y bajo el agua para disfrutar en la gran pantalla de una sala.

Al día siguiente de su premiere tuve la oportunidad de ver en el GTL (Grand Theatre Lumière), la proyección a las 15:00 de la alemana Sound of falling, el segundo largometraje de Mascha Schilinski llevándose el Premio del Jurado. Con un manejo de la cámara que recuerda a la primera escena de 8 ½ de Fellini y se inspira durante toda la película en los cineastas Bergman, Bresson e incluso fotógrafas como Sally Mann y Francesca Woodman. La película narra las vidas de cuatro mujeres que durante diferentes períodos de la historia viven en una granja en la Alemania rural y los fantasmas de sus vidas se superponen sin permiso, aunque de maneras diferentes y nunca haciéndolas coincidir en el mismo espacio temporal: un retrato sublime de la oscuridad de lo femenino: la flagelación, la incomprensión y el dolor vital y el soplo constante en la nuca de la muerte.

Existe una fuerte influencia de lo experimental y lo artístico, algo que ha impresionado a muchos espectadores y a otros tantos los ha dejado perplejos y que se manifiesta en la compleja estructura narrativa, los rangos del color de la película, el time.travelling de la cámara y, sobretodo, el diseño de sonido que evoca en su máximo a lo sobrenatural.

La noche del 15 asistí a la premiere de Sirat del cineasta gallego Oliver Laxe ( Mimosas, O que arde) que comparte junto a Carla Simón con Romería la presencia española en la competencia de la selección oficial y que ha logrado llevarse el Premio del Jurado (Jury Prize) por la misma. Con Sergi López de protagonista, el filme retrata el viaje que hace un padre con su hijo por las raves del desierto de Marruecos en busca de su hija adolescente desaparecida. Para eso, acaba uniéndose a un grupo de raveros nómadas (que realmente interpretaban lo que son; el director escogió actores no profesionales) que se dirigen a otra fiesta en Mauritania, y donde sospecha que su hija podría estar. Lo que podría parecer un thriller, un drama familiar con el eje de la desaparición o un filme sobre la cultura de las raves y el techno, se transforma solo en un pretexto para enseñarnos un viaje. Como el título indica, Sirat en la cultura islámica, “es un puente sobre el Infierno por el cual todas las personas deben cruzar en el Día de la Resurrección con el fin de conocer a Dios”. Es aquí donde la segunda parte de la película da un giro totalmente inesperado. Es importante también destacar el subtono social, al mostrarnos la situación geopolítica de esta zona. El 6 de Junio se estrena en cines españoles.

Otro de los estrenos más esperados, y al cual tuve la oportunidad de asistir el 16 de Mayo en premiere, fue Eddington de Ari Aster (Midsommar,Hereditary). Con un cast de actores de A-list formado por Joaquin Phoenix, Pedro Pascal, Emma Stone y Austin Butler, está ambientada durante la pandemia del coronavirus en 2020. La película narra la tensión entre un sheriff interpretado por Phoenix y un gobernador, Pedro Pascal, en un pueblo de Nuevo México llamado Eddington. Bautizado como western moderno por muchos, se inscribiría sobre todo en el género de comedia negra y sátira. Es importante recalcar que la película no se toma en serio a si misma, pero no por ello es menos brillante. El fim hace un retrato de la sociedad estadounidense durante la época covid, incidiendo en los movimientos Woke, Black Lives Matter, los cultos de nuevos Jesucristos, las teorías conspirativas y todo el conglomerado que tiene su origen en Internet y las redes. Hay un contraste entre lo casposo y conservador; lo demócrata y políticamente correcto, pero el director no juzga ni se posiciona; solo muestra. Aquí también existe un cambio drástico en el tono de la película durante la segunda parte. Emerge la violencia, aunque sigue conservándose lo humorístico.

Finalmente, el día 17, vi en premiere el debut directorial del actor Harris Dickinson (Babygirl, Triangle of Sadness), Urchin, en la Sala Debussy, compitiendo en la sección Un Certain Regard y por la que su actor protagonista Frank Dillane ganó Mejor Actor en esta misma categoría.

Aclamada tanto por los espectadores y la crítica, y debutando con un 100% en Rotten Tomatoes, en Urchin contemplamos la historia de Mike, un joven sintecho que vive en Londres y que después de haber salido de la cárcel por agresión e iniciarse en la sobriedad, comienza su camino hacia la reinserción, viviendo en un hostal y trabajando en el restaurante de un hotel de baja categoría gracias a la ayuda de un programa social. La tensión entre la redención y volver al subsuelo se mantiene presente en todo el filme. Las acciones y decisiones del protagonista son inesperadas, como si siempre estuviera caminando por una cuerda fina y su destino fuera dado por una fuerza externa y no su voluntad. Aunque en el contexto de otro país como Inglaterra, espero que arroje una reflexión sobre cuáles son realmente los antecedentes que llevan a la gente a vivir en la calle, qué falla como sociedad y qué soluciones ofrecemos, así como si son efectivas y si sabeos o podemos humanizar a quienes están en la situación.

El resto de días, aunque no estuve, se proyectaron películas muy esperadas o que han terminado arrasando como The Phoenician Scheme de Wes Anderson, Die my Love de Lynne Ramsay, Alpha, de Julia Ducournau o Sentimental Value de Joachim Trier. La Palma de Oro a Mejor Película ha sido para Un Simple Accident del iraní Jafar Panahi. El Gran Premio del Jurado para Sentimental Value y el Premio del Jurado es compartido entre Sirat y Sound of Falling.

Sin duda, un festival que celebra el cine en toda su extensión.