22 mayo, 2025

Dar una segunda vida a los productos: el gesto cotidiano que impulsa la transición hacia un modelo circular y reduce el impacto ambiental

Por redacción puntocomunica
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  • La empresa Roll’eat pone el foco en alargar la vida útil de los productos como estrategia esencial en la lucha por un planeta más limpio y en la innovación y el diseño sostenible como camino para transformar hábitos diarios
  • “Reciclar es importante, pero llega demasiado tarde en muchos casos. Si queremos aliviar la presión sobre el sistema de gestión de residuos, tenemos que empezar por reducir y reutilizar”, explica Meritxell Hernández, fundadora y CEO de Roll’eat

En un momento en el que la generación de residuos sigue creciendo a nivel global, la empresa española especializada en envoltorios reutilizables para alimentos Roll’eat lanza un mensaje claro y urgente: antes de reciclar, hay que reutilizar. Reivindicar la reutilización como el primer paso —y muchas veces olvidado— hacia una sostenibilidad real resulta hoy más necesario que nunca.

Según datos del Pacto Mundial de la ONU en España, solo en 2020 se generaron más de 225 millones de toneladas de residuos municipales en la Unión Europea. “Este incremento constante no solo pone en jaque al medio ambiente, sino que evidencia una gestión ineficaz de los recursos”, afirma Meritxell Hernández, fundadora y CEO de Roll’eat. “La economía circular, impulsada por la Agenda 2030, propone una alternativa clara: alargar la vida útil de los productos y reducir su impacto desde el origen”.

De hecho, se estima que adoptar modelos circulares permitiría reducir en un 28% la extracción y el uso de recursos, y recortar hasta un 39% las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global. Reciclar es importante, pero llega demasiado tarde en muchos casos. Si queremos aliviar la presión sobre el sistema de gestión de residuos, tenemos que empezar por reducir y reutilizar”, expone Hernández. “Y la reutilización no solo reduce residuos; también es una palanca directa para alcanzar metas clave de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.

Implementar soluciones innovadoras (ODS 9), como los productos reutilizables de Roll’eat, diseñados para prolongar la vida útil de los materiales y facilitar hábitos de consumo responsables desde el día a día, acerca a la población a una economía circular (ODS 12), y con ello, a beneficios vinculados al bienestar (ODS 3), la acción climática (ODS 13), el acceso a energía limpia (ODS 7) y el crecimiento económico sostenible (ODS 8).

Un diseño que piensa en el planeta desde el principio

“A diferencia del reciclaje, que actúa cuando el residuo ya ha sido generado, la reutilización comienza mucho antes, desde el diseño del producto. En este sentido, el ecodiseño desempeña un papel fundamental”, explica Meritxell. Tal y como destaca el informe del Pacto Mundial, un producto ecodiseñado para la recuperación no solo se puede reutilizar, sino también mejorar o actualizar, porque está concebido para ello desde su origen. Es decir, todo lo contrario a lo que ocurre con la obsolescencia programada.

Roll’eat responde a esta necesidad con soluciones como Boc’n’Roll o Snack’n’Go, envoltorios reutilizables y duraderos que reemplazan los envases de un solo uso en la alimentación diaria. Según la CEO de la empresa, sus productos “están diseñados bajo criterios de ecodiseño y no solo reducen el volumen de residuos generados, sino que fomentan una cultura de consumo consciente y responsable”.

“Cuando reutilizas un envoltorio cada día estás evitando cientos de residuos al año. Multiplica eso por millones de personas y tienes un impacto real y tangible sobre el planeta”, añade Hernández. Además de ofrecer alternativas reutilizables, Roll’eat impulsa programas educativos en escuelas y comunidades para sensibilizar desde edades tempranas sobre la importancia de reducir el uso de plásticos desechables y fomentar hábitos sostenibles.

“La reutilización no es una tendencia, es una necesidad. Y cuanto antes la incorporemos en nuestra vida diaria, más cerca estaremos de un futuro realmente sostenible”, concluye Meritxell.