11 diciembre, 2025

El Consorci de Museus y el Ayuntamiento de València celebran el 150 aniversario del nacimiento de Manuel Benedito con una muestra en el Museo de la Ciudad

Por redacción puntocomunica
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  • ‘Manuel Benedito. El pintor y los modelos’ rinde homenaje al que fuera el mejor discípulo de Sorolla con algunas de sus grandes pinturas junto a sus dibujos preparatorios
  • La exposición exhibe por primera vez ‘Autorretrato con la vuelta del trabajo’ (1905) adquirido por el Museo del Prado en 2024

Valencia, 11/12/2025
El Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana (CMCV) y el Ayuntamiento de València rinden homenaje al pintor valenciano Manuel Benedito en el 150 aniversario de su nacimiento, con una muestra en el Museo de la Ciudad que reúne algunos de sus mejores cuadros y que evidencia la complejidad de su pintura, mostrando sus procesos de creación y la vitalidad de sus retratos.

La exposición, que se podrá ver hasta el 29 de marzo de 2026, ha sido presentada por la secretaria autonómica de Cultura, Marta Alonso, acompañada por el director-gerente del CMCV, Nicolás Bugeda, el concejal de Acción Cultural y Patrimonio del Ayuntamiento de València, José Luis Moreno, el presidente de la Fundación Manuel Benedito, Luis de la Peña, y el comisario de la muestra, Pascual Masià.

Alonso ha destacado el papel del Consorci de Museus en la coordinación de la política cultural y expositiva en la Comunitat Valenciana “para aunar esfuerzos en conmemoraciones como la presente, en la que Generalitat y Ayuntamiento de València nos unimos para celebrar el 150 aniversario del nacimiento de Manuel Benedito y celebrar, a su vez, una de las épocas doradas de la pintura española que cabalga entre los siglos XIX y XX, a través de una de sus escuelas más brillantes como fue la valenciana”.

La secretaria autonómica ha señalado que “considerado el gran discípulo de Sorolla, Manuel Benedito, no obstante, supo encontrar su propio lenguaje” y ha destacado su faceta como retratista ya que “a través de sus retratos, de los que se conocen más de 600, podemos imaginar la personalidad de algunas de las grandes figuras de la época, como en el retrato de Cléo de Mérode, estrella de la Ópera de París e icono de la Belle Époque o el retrato de Ramón Pérez de Ayala”.

Por su parte Nicolás Bugeda ha recordado que esta exposición “se enmarca dentro de nuestra línea de recuperación de artistas de siglos pasados dentro de la cual también podemos apreciar la primera exposición en su historia dedicada al autor de los frescos de los ángeles músicos de la Catedral de València, Paolo de San Leocadio, en el Museu de Belles Arts de Castelló”.

José Luis Moreno ha añadido que la muestra hace un guiño también a la escultura mostrando ese proceso creativo en el busto del pintor, realizado por Capuz. Y ha señalado la importancia de mostrar esta exposición en el Museo de la Ciudad ya que “Manuel Benedito fue nombrado hijo predilecto de la ciudad en 1926 y se le concedió la Medalla de Oro en 1949, por lo que la participación del Ayuntamiento en esta muestra era indispensable. De hecho, el año que viene, con la exposición en marcha, será el centenario de ese nombramiento y queremos hacer algún tipo de celebración.»

La exposición ‘Manuel Benedito. El pintor y los modelos’, reúne 65 obras, 50 pinturas y 15 dibujos que repasan algunos de los grandes hitos en su trayectoria. 

El Consorcio de Museos, que ya realizó en 2005 una exposición antológica del pintor, propone ahora un recorrido por sus obras a través de una serie de cuadros importantes de su producción, de distintos temas, y, junto a ellos, los bocetos y estudios preparatorios, que permiten conocer las distintas fases de su proceso creativo hasta el resultado final. 

Gran parte de la exposición está compuesta por obras de la Fundación Manuel Benedito de Madrid, que alberga las obras de la que fue su colección particular. Junto a ellas se exhiben varias piezas procedentes del Museo del Prado, de la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza, del Museo Sorolla, la Colección Banco Santander, el Museo de Bellas Artes de València, del Ministerio de Asuntos Exteriores y de diversas colecciones particulares.

La exposición se centra en los encargos de retrato, en las composiciones que conllevaban un proceso más complejo y en la aproximación del pintor a determinados temas y tipos populares. 

Destacan entre las obras de autorretrato con ‘La vuelta del trabajo’ (1905) que se exhibe por primera vez, tras su adquisición por el Museo del Prado en 2024 y que perteneció a una colección particular desde su creación.

Asimismo, se exhibe la parte superior del gran díptico ‘Canto VII de la Divina Comedia’. ‘El Infierno de Dante’, que sale por primera vez de la Fundación Manuel Benedito y que se encontraba en el estudio del pintor.

Entre sus grandes retratos se muestran una serie de dibujos de desnudos de Concha Piquer “que nunca se habían expuesto y que evidencia la relación de complicidad que se establecía entre el pintor y sus modelos. Cocha Piquer acudió a Manuel Benedito para hacerse un retrato, uno de sus retratos más famosos y que se exhibe también en la muestra”.

Los retratos fueron una actividad central en la producción de Benedito a lo largo de su vida. Los estudios preparatorios muestran las tentativas previas, realizadas a veces con procedimientos diferentes al óleo, las dudas compositivas, la ejecución más libre. Pero también se evidencia la relación con los y las modelos. 

“Benedito estaba persuadido de la importancia del dibujo como herramienta de base para la preparación de proyectos de mayor envergadura y del trabajo del natural, un aspecto de su trayectoria que siempre fue reconocido y elogiado incluso por los que no compartían sus ideas estéticas”, ha explicado Masià.

En el caso de los cuadros de tema, de composición más compleja por la cantidad y variedad de personajes y motivos, y de dimensiones importantes, la muestra ofrece la posibilidad de contemplar, de manera fragmentada, la creación de los distintos elementos que, después, integrarán el conjunto de la obra. 

Un ejemplo de ello es ‘El Infierno del Dante’, donde se incluyen un epistolario con Sorolla sobre cómo ordenar la composición; o en ‘La vuelta de la montería’, en ambos casos con decenas de trabajos preparatorios.

El tercer ámbito de la exposición está dedicado al grupo de pinturas realizadas en Holanda en 1909, en las que, según Masià se aprecia “un Benedito en plenas facultades que sintetiza todo su saber pictórico en cuadros que siempre fueron considerados por la crítica entre lo mejor de su producción y fueron premiados en diversos concursos y exposiciones”.