El milagro escénico del Cabanyal Íntim

Valencia, 21/05/2025
El festival Cabanyal Íntim clausuró este domingo su 13ª edición con un balance más que positivo. Bajo el lema El hábitat, la cita volvió a demostrar que, pese a los limitados recursos, sigue siendo un auténtico milagro cultural, gracias al esfuerzo colectivo, el compromiso vecinal y la colaboración altruista del equipo de voluntarios que se entregan cada edición para hacerla posible.
“Estamos muy contentos de haber podido llevar a cabo una nueva edición. Siempre es un milagro (pagano) realizar este festival, dadas las limitaciones de medios y la gran dependencia del voluntariado, de los vecinos del barrio y tantas personas que colaboran de forma altruista”, señala Jacobo Julio, director de Cabanyal Íntim. “Además, la anterior directora, Isabel Caballero –actual responsable del centro cultural Escorxador–, dejó el listón muy alto. Gracias a su apoyo y al gran trabajo que ha realizado, hemos podido sacarlo adelante con éxito”.
La programación de este año ha dejado momentos memorables y llenos totales. Entre las propuestas más destacadas se encuentra Ma casa, de la compañía La Otra, representada en el salón de una vivienda del Cabanyal, que permitió al público experimentar la realidad de una mujer madura obligada a compartir piso con estudiantes. Welcome, de Miguel Ángel Sweeney, sacudió al público con un recorrido itinerante que denuncia de forma directa los efectos de la turistificación en el barrio. La pieza, que agotó todas sus localidades, culminó de manera impactante en un apartamento de Airbnb, un espacio privado convertido en escenario que confrontó a los espectadores con la realidad que habitan y consumen. En esa misma línea de propuestas que traspasan los límites de lo escénico, destacó la singular Paella Dramática, una experiencia en la que Croquembouche fusionó teatro y gastronomía, con maridaje de cerveza cortesía de Mahou, que también colgó el cartel de entradas agotadas.
Otro de los momentos más emotivos del festival fue protagonizado por la compañía valenciana Atirohecho con su obra Esta obra gentrifica. A pesar de verse afectada por la DANA, que dañó por completo su escenografía, logró rehacerla a contrarreloj, resignificando su propuesta. El resultado conmovió al público, que ovacionó en pie todas las funciones realizadas en La fábrica de hielo, reconociendo no solo la potencia del mensaje, sino también la resiliencia del equipo artístico. El estreno de Fracasa otra vez, fracasa mejor, de la La Subterránea en el Colegio Santiago Apòstol, fue otro de los trabajos que obtuvo una excelente acogida. La propuesta apostó por un lenguaje escénico fresco y reivindicativo, que desde el humor puso en valor la necesidad de habitar espacios donde el error no solo sea posible, sino también fértil y transformador.
En el centro cultural Escorxador, las tres propuestas programadas lograron llenar su aforo al cien por cien: la lectura dramatizada de Pájaros, ganadora del Premio Nacional de Dramaturgia del Ministerio de Culturas de Colombia y realizada con el apoyo de SGAE, AVEET y CREADORES, fue una mirada hacia las nuevas dramaturgias latinoamericanas; la obra escénica Üiquis de La Panda de Yolanda, invitó al público a reconectar con la infancia a través de un universo de títeres e imaginación desbordada que fascinó a pequeños y grandes; y el concierto performance de Los Malos enganchó al público con sus melodías y su carismática puesta en escena que puso a bailar a todo el barrio.
Por primera vez en España, el público pudo disfrutar del trabajo de la compañía colombiana Casa del Silencio, tanto con su montaje escénico Efímero que acogió el Teatro El Musical (TEM), como con un taller formativo para profesionales del sector. Muy emotiva y de gran belleza visual fue la pieza de danza Llars invisibles, de Fil d’arena, que llenó por completo el aforo y cuyo coloquio posterior contribuyó a visibilizar la situación de Palestina desde una perspectiva íntima y comprometida.
Territori Performance se consolidó como el espacio de experimentación artística y escénica en las entrañas del TEM. Se pudieron ver los trabajos de Maria San Miguel y Ada Vilaró por primera vez en nuestra comunidad, junto a las propuestas de Mario Montoya, Kira Pérez y Juana Varela. Destacó también el solo del escritor Paco Inclán, que agotó localidades en La Batisfera y atrajo a nuevo público del propio barrio.
La visita guiada Los otros habitantes, de Guiding Architects Valencia, ofreció una mirada muy distinta a las anteriores ediciones, siendo descrita por el público como una de las más especiales. El festival se despidió con un colofón apoteósico: la xaranga de la Sociedad Musical Unión de Pescadores del Cabanyal recorrió las calles del barrio en una clausura festiva donde vecinos y asistentes salieron a los balcones para celebrar. Una vez más, quedó claro que el Cabanyal Íntim sigue vivo, muy vivo.
Desde la organización ya se proyecta una próxima edición, con el propósito de reforzar su alcance, sumar energías y continuar creciendo sin perder la esencia que ha convertido al Cabanyal Íntim en un referente clave de la escena cultural independiente.