El parlamento británico acusa a Facebook de espiar a sus competidores a través de una app
20 febrero, 2019

El parlamento británico acusa a Facebook de espiar a sus competidores a través de una app

Por redacción puntocomunica
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El parlamento británico acusa a Facebook de espiar a sus competidores a través de una app

Por si no fuera suficiente con el sinfín de reproches -cuando no amenazas- que el parlamento británico ha venido lanzando últimamente a la red social Facebook por su responsabilidad -ya sea por acción o por omisión- en la filtración de datos personales que fueron utilizados por la firma Cambridge Analytica para tratar de condicionar importantes procesos electorales, ahora la Cámara de los Comunes ha acusado a la firma de Mark Zuckerberg de espiar a la competencia a través de un mecanismo tan ingenioso como ilícito.

Según se desprende del informe que han facilitado los miembros del comité parlamentario encargado de investigar las supuestas prácticas irregulares de la multinacional, tanto en materia de privacidad como en el ámbito de las leyes anti-monopolio, la firma habría utilizado una aplicación llamada Onavo -la cual sirve de base para crear redes de trabajo privadas y aparentemente ‘seguras’- para recopilar datos sobre «el uso que los usuarios hacen del software de sus rivales».

«Toda esta información privilegiada les ha ayudado a decidir que compañías funcionan bien y cuáles no, lo que al mismo tiempo les ofrece una ventaja injusta sobre sus competidores del sector. Posteriormente podían tratar de adquirir esas empresas o, en el caso de que fueran consideradas una amenaza demasiado importante, hacer todo lo posible para cerrarlas», reza un extracto del documento firmado por los diputados del comité.

A la espera de que Facebook se pronuncie públicamente sobre la enésima de las acusaciones que ha venido recibiendo en Europa, la cual se ha visto agravada por la convicción de los parlamentarios de que tales acciones eran «conscientes e intencionadas», hay que recordar que hace unas semanas la empresa sí que se expresó -básicamente para contrarrestar el «retrato injusto» que de la situación se había pintado- sobre la posibilidad de que hubiera «sobornado» a numerosas personas a cambio de que compartieran los contenidos privados de sus teléfonos.

«Creemos que algunos de los aspectos clave de nuestro programa de investigación han sido completamente ignorados. En primer lugar, no hay nada secreto en esta iniciativa, ya que hemos informado debidamente de todo lo que acontece en ella. Además, todos los participantes del experimento han tenido que firmar formularios de consentimiento y, en cualquier caso, los datos privados a facilitar han sido mínimos y recibidos por supuesto bajo pago por nuestra parte», aseguraba un portavoz de la firma.

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