Enfrentamiento abierto
Valencia, 14/11/2019, Mario Beltrán Pilato
Lo que está pasando en Madrid tiene su recorrido, lo que está pasando en Valencia es otra cuestión. El enfado de los socialistas valencianos con la radicalización de su compañera de viaje, de coalición Mónica Oltra, amenaza con explotar.
Mónica no sólo impuso pactar con Más País a nivel nacional, con el resultado nefasto que conocemos todos, sino que ha iniciado una guerra estratégica con eso socios socialistas en cuestiones como el Puerto de Valencia.
El nivel de desencuentro es muy alto en el “Pacto del Botànic”, pero todos tienen que callar y tragarse los unos a los otros, ya que está en juego el Gobierno de España y por extensión, sus sillones en nuestra autonomía valenciana. Si no hay pacto, no hay sillones, ni cargos..
También aliarse con Errejón le resta a Oltra visibilidad a su formación a nivel nacional. Pero esta decisión fue suya. Ya se habla, se detecta una forma de actuar , de ser, la de Oltra, que raya en aspectos poco asimilables con la necesidad de activar pactos. Se le ha disparado su faceta de autoestima personal. Aunque lo correcto sería decir su faceta autoritaria. Que de esa tiene mucho.
Le pasa como a la lideresa del PP en la Comunitat Valenciana, Isabel Boning, que hasta los suyos propios destacan su filosofía de actuación: o estás conmigo o estás contra mí. Con estos mimbres los valencianos estamos jo…., fastidiados.
Y otra vez me pregunto: ¿Qué hemos hecho los valencianos para merecernos esto?
Y del president Puig, ya ni hablo. Lo sabe todo, lo permite y lo oculta.
Por cierto, Ximo Puig está encantado con el pacto PSOE-Podemos y el fracaso de la apuesta de Compromìs con Errejón. No lo ha podido ocultar. Pero nada es gratis.
Tampoco reconozco la actitud luchadora y, hasta beligerante, de otros políticos que desde el Gobierno de la nación hasta con responsabilidades en la Comunitat ha perdido ese tan valorado espíritu de crítica. Mal vamos.
