Cristina García Rodero
9 diciembre, 2025

España Oculta de Cristina García Rodero llega al IVAM: «Lo que me importa es saber donde está la Virgen más rara».

Por Alba Beltrán Pérez
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El jueves 4 de diciembre, las puertas del IVAM se abrían de par en par para inaugurar la exposición del trabajo más inconmensurable que se ha hecho sobre la idiosincrasia del país: la España Oculta de Cristina García Rodero (Puertollano ,1949).

Para muchos no es necesario presentarla; su obra habla por sí sola. En 1973 arrancó el proyecto: con solo 23 años y gracias a la concesión de una beca por la Fundación Juan March, comenzó a recorrer España, buscando inmortalizar y documentar las costumbres y tradiciones que constituían al país como un río, por el que el folklore popular y las vidas más íntimas de sus gentes, se mezclaban incesantemente. Convertida en reportera, quería hablar de la vida; « Las fiestas son un pretexto, las fiestas reúnen tantas cosas al mismo tiempo: geografía, economía, gente que lo da todo, que trabaja para que su pueblo esté bonito, que hacen sus dulces y el dinero va para la parroquia o para alguien que se pone enfermo (…). Las fiestas son muchas cosas, pero sobre todo el deseo de vivir, de disfrutar, de música, de bailar, de comer bien. Las ganas de vivir que todos tenemos y necesitamos, esos períodos de descanso donde se ve la historia y la personalidad de la gente que los habita» ,relataba la artista en la presentación.

Cuando pidió la beca, pretendía capturar la arquitectura, el paisaje, los ritos, la joyería, los dulces…un proyecto ambicioso. Fue al llegar a Almonacid del Marquesado cuando se topó con los diablos llorando ante San Blas, bailando, haciendo un ruido tremendo y algo se reveló: « (…) Y dije: esto es lo que quiero hacer, esto es lo que a mi me emociona. Me di cuenta de que la vida me regalaba momentos con un brillo y con una luz especial que era fruto de indagar y de estar pendiente de todo lo que me sucedía; Luego hice otro libro “España: fiestas y ritos” donde si me preocupé por mostrar el momento más importante de esas fiestas ».

La gente no daba un duro por ella, ”en 2 años se cansará” y al final resultó un viaje de 15 años que culminó en 1989 con el catálogo de «España Oculta« ,fruto de la exposición celebrada en el antiguo Museo Español de Arte Contemporáneo de Madrid. Recientemente ha reeditado el libro; «Me he convertido en editora, hago lo que me da la gana (…). He sido exhaustiva haciendo exposiciones, haciendo libros y he metido 60 fotos más (…).Hay algo que para un creador es fundamental y es la libertad, tener libertad, correr riesgo, estrellarse las veces que haga falta. La fotografía es una lucha, la vida es una lucha y la fotografía es una lucha porque son fracciones de segundo (…).Si amas algo terminas aprendiendo, desarrollando un estilo, una personalidad, un saber que es lo que quieres, adonde tienes que ir».

Compaginando su trabajo como profesora de fotografía, los viajes eran durante los fines de semana, veranos, en fiestas. «Antes siempre había un teléfono: el del bar, el sacerdote; ahora te metes en Internet y te encuentras que salen a las 8,antes rezan, recorrido por determinada calle (…) », recordaba. Cuando viajaba en tren preguntaba a todos los que estaban en su vagón cuáles eran las fiestas de sus pueblo y cómo eran; si no llamaba a las telefonistas o llegaba a un país y compraba los libros en la librería.

Y han sido 52 años de trabajo durísimo. Habían pocas esperanzas de que les valoraran. «La fotografía tiene el estigma de que hay un aparato mecánico que lo hace todo y yo odio esa palabra, el otro día me dijeron “¿Con qué cámara trabajas?” Dime lo que pienso de la vida, con que me emociono, como me siento. Dime que es lo que me ilusiona, no me hables de la cámara ,la cámara son como mis gafas con las que lo veo todo. La cámara tiene que ser eso, como una verruga que llevas y se te olvida. Lo que es importante es lo que tienes delante, pero eso si, una cámara que te facilite las cosas. Cuando de verdad amas lo que estás haciendo las dificultades te las tragas ,te hacen ser más vocacional todavía porque has de superarlas».

«La vocación, saber lo que quieres hacer en la vida y hacerlo bien y que te haga ilusión. Quedarse con las buenas experiencias, hay una selección natural del cerebro para seguir adelante (…). Voy buscando el trance y sale un libro ;lo religioso, la fe y el cuerpo, el comportamiento humano y sale “Entre el cielo y la tierra”(…). Al final lo que observas es la fe de la gente, lo que compone al ser humano es la espiritualidad. Es tener una ilusión para hacer un buen trabajo, hablar sobre ti y de la vida, es un pretexto para hablar de la vida».

Cristina recalcó algo crucial: las fotos son encontradas, no buscadas. Ella no dirige personajes, no hace cine. Es puro instinto y pura profesión, el machaque del día a día; la gente no tiene ganas de esperar, pero la realidad está por encima de la imaginación.

159 imágenes repletas de frenesí, devoción, éxtasis, jolgorio, inocencia, infancia, muerte y tradición se despliegan alrededor de una sala dividida en cinco partes. Como ella misma contaba: «Toda una lección de como se trabaja en profundidad. No hay que ser superficiales con los trabajos, ser ambiciosos, hacerlo lo mejor posible. Que te guste y/o que te horrorice y no te deje indiferente.»

España Oculta estará expuesta en el IVAM hasta el 8 de febrero del 2026.