El president de la Generalitat, Ximo Puig, pidió ayer lunes en Londres a las instituciones y agentes turísticos valencianos que trabajen para lograr "la máxima capacidad de unión" mediante sinergias que permitan aprovechar el "momento histórico" que vive la Comunitat Valenciana en el plano turístico.
7 noviembre, 2017

La resiliencia psicológica es clave a la hora de afrontar los efectos de la violencia de género

Por redacción puntocomunica
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Las consecuencias psicológicas derivadas de un acontecimiento adverso pueden ser tan graves como los posibles efectos físicos

  • La violencia sexual y la violencia infligida por la pareja, se encuentran entre las causas más comunes del desarrollo de un trastorno de estrés postraumático (TEPT)
  • El optimismo y la gratitud en las personas vulnerables reducen la posibilidad de desarrollar una depresión
    Las TICs se configuran como el principal aliado para la promoción de la salud mental en las nuevas generaciones
  • En España se invierten anualmente alrededor de 80 millones de euros en el tratamiento de trastornos mentales

El president de la Generalitat, Ximo Puig, pidió ayer lunes en Londres a las instituciones y agentes turísticos valencianos que trabajen para lograr "la máxima capacidad de unión" mediante sinergias que permitan aprovechar el "momento histórico" que vive la Comunitat Valenciana en el plano turístico.
Valencia, 07/11/2017
En España, la psicología positiva, también conocida como ciencia del bienestar, resulta una alternativa muy útil para afrontar adecuadamente sucesos negativos y estresantes como la crisis económica, el desempleo o la violencia de género según destaca en su informe “La psicología positiva: una buena alternativa para mejorar la resiliencia psicológica frente a los acontecimientos adversos”, Berenice Serrano, profesora colaboradora en el Máster Universitario en Terapias Psicológicas de Tercera Generación de la Universidad Internacional de Valencia (VIU).

En este sentido, la doctora Serrano ha explicado que “la utilización de procedimientos para aumentar la resiliencia resultan de gran utilidad para paliar los problemas emocionales y para generar factores de protección, es decir, potenciar la capacidad para hacer frente a estos sucesos, acelerar la recuperación y disminuir las probabilidades de desarrollar un problema de salud mental”.

Según la Organización Mundial de la Salud, la incidencia de los trastornos mentales tiende a duplicarse después de situaciones traumáticas. El trastorno de estrés agudo, trastorno de estrés postraumático (TEPT), trastornos de adaptación, consumo y abuso de sustancias, trastornos de ansiedad, y la depresión, se vinculan estrechamente con la experimentación de acontecimientos adversos no afrontados de manera adecuada.

En España, por ejemplo, son significativas las repercusiones psicopatológicas a largo plazo de la violencia doméstica. El TEPT se desarrolla en un 46 % de los casos y se vincula con diferentes circunstancias de maltrato como son la convivencia con el maltratador, la frecuencia de los episodios, los abusos sexuales y episodios de maltrato previos en la infancia. Sin embargo, hay que señalar que entre las consecuencias a largo plazo nos podemos encontrar con una profunda inadaptación a la vida diaria y una interferencia grave en el funcionamiento cotidiano. Según un estudio realizado por Echeburúa, casi el 70 % de quienes sufrieron agresiones sexuales y un 46,2 % de las que padecieron maltrato doméstico desarrollaron TEPT. Así mismo 2 de cada 3 seguían sufriéndolo meses o años después de haber experimentado el acontecimiento violento.

Según la experta de la VIU, “una de las mejores estrategias para afrontar estas situaciones y superar la adversidad es entender la resiliencia psicológica como una fortaleza basada en determinados factores esenciales que se pueden trabajar y mejorar. Las habilidades cognitivas, la regulación de las emociones, las fortalezas de carácter, especialmente el optimismo y la gratitud, establecer retos y objetivos y las relaciones interpersonales se convierten en elementos claves para tener una mayor capacidad de recuperación y reducir las posibilidades de desarrollar depresión”.

TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN
En los últimos años los servicios de salud mental se están beneficiando de los avances de las TICs. Considerando el impacto que tienen estas aplicaciones y que los usuarios adultos más frecuentes se encuentran en un rango de edad de 18 a 37 años, los llamados “millennials”, las TICs representan posiblemente el medio más directo para llegar a estos pacientes.

Estas intervenciones administradas a través de Internet son una nueva modalidad para brindar apoyo psicológico a personas que no tienen acceso a otro tipo de servicios de ayuda, que prefieren guardar el anonimato al principio del proceso, y a aquellas personas que tienen dificultades para identificar los beneficios de este apoyo.

LOS COSTES EN SALUD MENTAL
Según un informe respecto a los costes en salud mental en Europa del tratamiento de estas patologías, el coste estimado total de los tratamientos es de 800.000 millones de euros.

En España se invierten anualmente alrededor de 77.000 millones de euros en el tratamiento de trastornos mentales, incluyendo en esta cantidad los costes directos en servicios sanitarios, los costes no sanitarios y los costes indirectos, tales como la pérdida de productividad laboral, discapacidad crónica, etc.

SOBRE LA AUTORA
Berenice Serrano es Licenciada en Psicología por la Universidad Nacional Autónoma de México y Doctora en Psicología por la Universidad Jaume I. Es Directora del grupo de investigación Tratamientos Psicológicos Emergentes, en la Universidad Jaume I. Además, actualmente es profesora colaboradora en el Máster Universitario en Terapias Psicológicas de Tercera Generación de la Universidad Internacional de Valencia (VIU). Ha desempeñado sus actividades en I+D+i, participado en diversos proyectos en México, España, y Canadá; actualmente su principal línea de investigación está centrada en la integración de la ciberpsicología (uso y aplicación de las TICs en las intervenciones psicológicas) en las terapias psicológicas de tercera generación, y en otras terapias psicológicas emergentes a finales del siglo XX y principios del siglo XXI

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