Pep Guardiola: No somos pan y circo
Valencia, 17/10/2019, Mario Beltrán Pilato
No es novedad. Creerse sus propias mentiras es algo que algunos catalanes y catalanas con proyección pública utilizan para sus propios fines, aunque no se sepa muy bien, por inteligencia, cual son esos propios fines. Lo de Pep Guardiola, sus declaraciones reclamando el apoyo internacional ante una sentencia de un supuesto «Estado Dictatorial«, no tienen desperdicio. No sé, de verdad, si le falla el cerebro, si se lo han «lavado» o simplemente que de entrenador de fútbol no hay que sacarlo.
Mentira tras mentira ha utilizado su carisma, su proyección internacional en un deporte para masacrar, mediante la mentira, a un sistema democrático que nos dimos todos los españoles. Y lo hace mintiendo, insisto. Pero Pep Guardiola, el convencido, es un instrumento más de esa oligarquía catalana que se enriqueció con las desgracias de la I Guerra Mundial; que en sus fábricas tenían a niños trabajando en jornadas interminables y que dormían debajo de las máquinas de tejer. Y ahora, esa clase oligárquica no tiene reparos en unirse con los anti sistema para romper, unilateralmente, con una realidad que se llama España.
Falsean la historia, nos meten a otros territorios, cuando ellos no eran nada, en sus mapas, en las lecciones a los niñ@s en los colegios. Se olvidan que hasta el dictador Franco les dejó utilizar el catalán, mientras que en Valencia, que fue capital de la República, nos machacaron.
Lo de Pep Guardiola, no sé como no le da vergüenza por mostrar su ignorancia, es de nota: España, con todos sus defectos, es un Estado de Derecho con división de poderes. Pues nada. Ellos apelan al poder político para resuelva lo que los tribunales dicen. Menudo ejemplo. Desde luego, si algún día son independientes no me gustaría vivir en una Cataluña que te impone lo que tienes que pensar, lo que tienes que decir y como debes vivir si no piensas igual que su régimen. Pero como en este país la minoría se suele imponer a la mayoría tenemos este caos. Impensable en cualquier otro país democrático. Y que no pongan como ejemplo ni a Escocia ni a Quebec, que saben perfectamente que no tienen nada que ver. No hay otra solución que la defensa del Estado de Derecho, que utilizando sus armas legales descubra quién y quienes están detrás de toda esta movida. Y que les pasen la factura «legal». Y saben perfectamente quienes son los que pagan o sustentan casa y acciones de ‘personajillos’, que eso es como les tratará la historia, como Puigdemont.
Y como anexo, estudié periodismo en la Autónoma de Barcelona, viví en Barcelona y sobre todo disfruté de un pueblo magnífico y de la libertad total que nos trajo la democracia tras el ejemplar ejercicio que se hizo con la transición, cerrando heridas y dando nuevas oportunidades a todos.
Y atención, que el problema no es solo con una parte de los catalanes, también está con los vascos, con una parte de los vascos, a los que se les ha dejado que actúen a su bola y que ellos saben que eran necesarios para estabilizar los sucesivos gobiernos. A cambio de prebendas, claro.
Pues creo y he creído siempre, que en un Estado democrático como es España, no pueden haber privilegios. Si ellos como vascos, o navarros, que ya casi es lo mismo porque se les está permitiendo, yo como valenciano quiero también un «cupo«: Recaudar, repartir y lo que sobre, si sobra, para el resto. Eso es lo que está pasando.
Ah! Y a Pep Guardiola, el millonario: sabrás mucho de fútbol, pero de democracia, ni de Estado de Derecho no tienes ni ‘puta idea’. Puedes pensar y expresar lo que quieres, pero si mientes sabiendo que lo haces eres un sinvergüenza. La democracia no es un campo de fútbol; no es pan y circo.
