19 diciembre, 2012

The Hobbit: el Palantir funciona…

Por redacción puntocomunica
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The Hobbit: el Palantir funciona...
Valencia, 19/12/2012, Yago Pérez
Hace tiempo escribí que The Hobbit: un viaje inesperado iba a ser un estreno indescifrable hasta que Jackson y sus productoras internacionales nos demostraran algo convincente con respecto al listón tan alto dejado por El Señor de los Anillos. La primera parte de la trilogía hobbitiana habla por sí sola en el mundo tras el primer fin de semana de taquilla. Más de 120 millones de dólares… Pero cantidades aparte, lo que cuenta de esta versión literaria de 1937 de Tolkien son las calidades del producto y no los bolsillos gruyere de la Metro en el controvertido camino que le ha supuesto este film.

Por fin se puede decir para los seguidores únicamente cinéfilos de la saga tolkiana que The Hobbit cumple de sobra con las explicaciones pertinentes para ahondar aún más en el universo tolkiano y su complejo mundo de enanos, hobbits y elfos. De ello se encarga de forma maestra Gandalf el Gris y especialmente Bilbo en una introducción perfectamente relatada. En esta ocasión Peter Jackson, Phillipa Boyens y Frank Walsh han sabido llegar a través del entendimiento didáctico y transparente al espectador que andaba perdido en algunas ocasiones, especialmente en El retorno del Rey, versión cinematográfica. Una mirada atrás que ha sido pues, maestramente descrita y unos efectos especiales muy mejorados y nada envidiables a la saga anterior.

Creo que es meritorio destacar, aparte como no, del papel de Gandalf interpretado por un soberbio Ian McKellen, a Martin Freeman, el protagonista que da nombre al film. Como muy bien apuntó Serkis (Gollum) hace unos meses en una entrevista, Freeman era impredecible pero fantástico para el papel de Bilbo Bolson. Francamente un ‘sobre’ por el alma hobbittiana que ha sabido trasmitir… Adam Serkis (Gollum) que conoce en este capítulo a Bilbo en profundas cavernas, mantiene con Bilbo un asombroso diálogo lleno de acertijos que ya es memorable de por sí en el libro. Por otra parte, el realismo de los ambientes marcados por los trols, orcos y otros enemigos peligrosos de los enanos, encauzadores de la trama, son únicos así como el idealismo que de nuevo desprenden los paisajes de Rivendell. Asistimos sin dudarlo a una adaptación literaria descriptiva casi ortodoxa aunque hayan lógicamente retoques que no salen siquiera en el libro como Ragadast y sus carreras que se asoman realmente en el anexo de El Señor de los Anillos.

La película en sí empieza como deberían ser algunas obras maestras en la sección de aventuras, es decir, sin prisa pero sin pausa, sobre todo para quienes esperan una aventura narrada como un cuento. El resultado que vemos en el desarrollo de la película es entretenimiento puro, pausas oportunas y una riqueza visual imparable que insisto, no tienen nada que envidiar a la saga del anillo. Los personajes como Ragadast, el mago pardo o el escepticismo ya en aumento de Saruman, el mago blanco con las palabras e intenciones de Gandalf, amplían el abanico de personajes tan misteriosos como son los magos, figuras rozando lo anecdótico en la saga del anillo, aquí en The Hobbit.

Únicamente hay un exceso de vanidad en el director en este film. Los 13 enanos, que quieren reclamar su hogar, la montaña solitaria invadida y custodiada por Smaug el gran dragón, ahora guardián del oro, hablan con Gandalf para encargarle la contratación de un saboteador o mediano hombre para poder engañar a la vista a Smaug y conseguir entrar al palacio interno de la montaña. Pues bien, hay tanta aventura existente que ni uno de los 13 enanos sale leso de sus continuos golpes, caídas y luchas encarnizadas contra miles de orcos y lobos. Inverosímil para los más exigentes y una voluntariosa forma de entretener al espectador en el mayor rato posible para los menos. Sin embargo, un viaje inesperado nos lleva, a mi modo de ver, a un lance con mayúsculas que muy pocas películas aventureras lograrán llegar a su nivel. El nivel del estreno ha sido tan alto que merece la alta calidad y continuidad en sus otros dos capítulos. Otro planteamiento venido a menos, sería un lamento más por Gandalf y los suyos… El palantir de Jackson ha empezado a funcionar…

The Hobbit, página web

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