2 abril, 2010

Jesús Rodríguez descubre quién está en “EL CLUB DE LAS MUJERES AMBICIOSAS”

Por redacción puntocomunica
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Letizia Ortiz: Aprendiendo a ser reina
Sophie Evans: La reina del porno
Shakira: La obrera de la música
Elena Ochoa: El arte de Lady Foster
Inés Sastre: La modelo cerebral
K
atrina Bayonas: La inventora de Penélope Cruz
Elena Benarroch: La anfitriona del poder
Ana Botella: Señora presidenta
Paulina Rubio: La diva latina
Ana Patricia Botín: La mujer más poderosa de España
Carla Bruni: Visitando a Madame Sarkozy
Pepa Flores: La estrella invisible

Esperanza Aguirre: La esperanza de la derecha

Valencia, 02/04/2010
Una presidenta y una ex presidenta; una reina en ciernes, la princesa heredera de la más adinerada saga bancaria y una emperatriz del erotismo; una primera dama que susurra canciones de amor y una milady que gobierna en el mundo de la cultura; la anfitriona del poder socialista y aquella niña pobre que renunció a seguir siendo la estrella de cuento de hadas del franquismo; la más sensual y rompedora de las artistas latinas y la más inteligente de las top models mundiales. ¿Qué tienen en común Esperanza Aguirre, Ana Botella, Letizia Ortiz, Ana Patricia Botín, Sophie Evans, Carla Bruni, Elena Foster, Elena Benarroch, Marisol, Shakira o Inés Sastre? La ambición. La ambición más profunda. Ese deseo ardiente de ir más allá; conseguir más; poder, riqueza, dignidades, fama. Ser las mejores. Rozar la perfección. Son mujeres que en este libro cuentan su vida en voz baja. De tú a tú. Un retrato que se completa con el testimonio de los que mejor las conocen. Amigos y enemigos. Siervos y amantes.

Carla Bruni abre una cerveza en su nido de amor parisiense y comienza a desgranar sus pasiones; la Princesa Letizia hace un relato de sus alegrías y tristezas que nunca se podrán entrecomillar; Elena Benarroch describe fiestas indescriptibles en su casa en las que Zapatero comparte mesa y risas con Almodóvar, Isabel Preysler y Bibiana Fernández; Elena Ochoa, lady Foster, habla de arte y artistas cruzando el Estrecho a bordo de su avión privado; Sophie Evans describe la pornografía desde el templo europeo del porno; Shakira, con la cara lavada y una gorra de béisbol, lucha por alcanzar el tono más alto en completa soledad. Esperanza Aguirre relata su largo camino hasta acariciar el poder en un mundo de hombres; Pepa Flores explica por qué lo dejó todo para convertirse en un ama de casa malagueña. Son las mujeres más deseadas y envidiadas. Ellas explican cuál es la clave del éxito.

Son retratos íntimos. De mujeres a las que no siempre es fácil acceder. Blindadas. Únicas. Irrepetibles. Que han dejado y dejarán huella en sus respectivas parcelas de poder. Con las ideas claras. Apenas se conocen entre ellas. Son diferentes en edad y posición. Pero, aunque ellas mismas no lo sepan, forman parte del Club de las Mujeres Ambiciosas. El club más selecto del mundo. Esta es su vida.

PRÓLOGO DEL AUTOR
Estábamos en la cocina de Madame Sarkozy. Bebíamos cerveza mexicana. Encendió un cigarrillo. El sol de la tarde se filtraba por los ventanales normandos de su recóndito hogar del XVI parisiense. En el jardín jugaba su hijo. Sobre la vivida mesa de madera, la correspondencia del Presidente. Y una bella caja de habanos regalo de Fidel decorada con la imagen del Che. Carla dio un trago sin ceremonias y respondió: “Se equivoca, no soy una niña mimada por la vida; no soy la imagen del éxito; soy la imagen del trabajo. Podría haberme conformado con lo que tenía cuando nací. Y era mucho. Pero lo que me hace feliz es el trabajo que he hecho desde que tenía 18 años. Todo lo que he conseguido con mi esfuerzo”.


Tomen nota. Es la clave.
A primer golpe de vista es posible que el lector encuentre escasas similitudes entre las protagonistas de este libro; entre la gran emperatriz del porno y la reina en ciernes de una vieja monarquía; entre esa Primera Dama que susurra tonadas de amor y la heredera de la más poderosa saga bancaria europea; entre la irreverente anfitriona del poder socialista y los dos grandes iconos femeninos de la derecha española; entre la más rompedora y comprometida de las estrellas latinas y una milady gallega que agita la dorada coctelera de la cultura; entre aquella niña pobre que eligió y luego renunció a ser la estrella de cuento de hadas del franquismo y la más cerebral de las top models placeada en la Sorbona. Y suma y sigue. ¿Qué tienen en común Esperanza Aguirre, Paulina Rubio, Letizia Ortiz, Ana Botín, Sophie Evans, Ana Botella, Carla Bruni, Elena Foster, Pepa Flores, Katrina Bayonas, Shakira, Elena Benarroch o Inés Sastre para morar juntas para la eternidad en estas páginas?

Más de lo que puedan imaginar. En la biografía de todas ellas late un ardiente deseo de forjar su destino. Escapar del carril donde las colocaron al nacer. Alto o bajo, no importa. Ellas querían ir más allá. Escapar de la pobreza, la dictadura o los rancios salones burgueses. La razón de su vida ha sido encontrar ese camino y ser las primeras en alcanzar la meta. Sin bajar nunca la guardia. “Soy una obrera de la música”, me contaba Shakira una tarde calurosa en Barcelona. Se cubría los ojos con una gorra de béisbol y miraba con humildad al suelo. “Soy una hormiga que coge cada día su terrón de azúcar y lo arrastra despacito hasta el hormiguero. Unas veces no me cuesta nada; pero otras, es demasiado pesado. Y me entra miedo de no dar la talla. Y me angustio. Y lo paso mal. Esa es mi vida”.

A lo largo y ancho de este libro 13 mujeres hablan sin intermediarios, con sinceridad y sin miedo.

Esas largas conversaciones, la prospección y descubrimiento de cada una de ellas, han encerrado momentos maravillosos. Recuerdo un viaje apasionante al Festival de San Sebastián a bordo de un Mercedes con chauffer junto a Katrina Bayonas, aquella niña criada para el cine a los pechos de Kubrik que de mayor se convertiría a base de sangre, sudor y lágrimas, en la gran agente de actores de nuestro país; la legítima acuñadora del mito Pe. O mi interminable camino por España en busca de Pepa Flores, la reencarnación de Marisol, que me llevó desde el taller de un imaginero sevillano al estudio de un artista kitsch madrileño a la tienda de una pareja de vendedores de muebles de Málaga al plató donde rodaba su hija, María Esteve.

Por fin encontré a la mujer que un día fue Marisol a la vera del coso malagueño, muy cerca del Mediterráneo. O las conversaciones con Miguel Bosé, Felipe González, Bibiana Fernández o Loles León para reconstruir la historia de Elena Benarroch. O los contactos top secret con Ana Botín en despachos desiertos. O las obligadas medias palabras de Letizia. O los evidentes recelos de Ana Botella. O el desparpajo de Esperanza Aguirre siempre con un titular en los labios. O la enorme belleza de Inés Sastre rodando a las órdenes de Santiago Segura en una sátira caricaturesca de la bella y la bestia. O los viajes a Londres, Dublín y China junto a Elena Ochoa detrás de Caro, Bacon, Kapoor o su propio marido, el arquitecto Norman Foster. Los tequilazos en México y Nueva York junto a Paulina previos y posteriores a sus inmensos conciertos. O los relajados encuentros con Sophie Evans en el corazón del porno europeo, el Bagdad de Barcelona, desnuda, entre pase y pase. O la visión de Carla Bruni deslizándose por el pavimento ajedrezado de su hogar como una supermodelo sin edad con un cigarrillo en los labios y sin sentirse observada mientras yo saqueaba metafóricamente la impresionante biblioteca que heredó de su padre.

Las herramientas literarias son el vehículo. Pero estas páginas son periodismo. Puro periodismo. Con su estricta documentación, fuentes contrastadas y conversaciones registradas. Aquí no hay inventos. Ni opiniones propias. Los árboles sí dejan ver el bosque. Estas páginas son el retrato de 13 mujeres. Y también del mundo que las rodea. Y posiblemente la comprensión de ese mundo, de dónde vienen, dónde están y a dónde van, sea la mejor forma de entenderlas.

Sobre el autor

Jesús Rodríguez. Madrileño. Licenciado en Ciencias de la Información por la Complutense de Madrid. Tras algunos titubeos con el periodismo económico, aterrizó en El País como reportero en 1988. Especializado en grandes reportajes y perfiles de personajes. Todos los artículos de este libro fueron publicados en El País Semanal y El País Domingo. Ha realizado reportajes sobre territorios en conflicto como Bosnia, Kosovo, Pakistán y Afganistán, y realizado retratos y entrevistas del Príncipe Felipe, Javier Solana, Mariano Rajoy, Rodrigo Rato, Alberto de Mónaco, Alejandro Sanz, Norman Foster, Alberto García Alix y muchos más.

Fue Premio Ejército y Premio Reina Sofía contra la Drogadicción, entre otros.

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