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28 septiembre, 2021

¿Cómo acometer la regulación de los lobbies?

Por redacción puntocomunica
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La World Compliance Association (WCA) ha organizado el Primer Congreso Internacional sobre el Lobby (Lobby & Compliance), en el cual, durante dos jornadas, destacados ponentes del mundo jurídico, empresarial y político han abordado la necesidad de establecer marcos regulatorios claros para las actividades de los grupos de interés

Diego Cabezuela, abogado y socio fundador del despacho de Madrid de Círculo Legal y Presidente Internacional de la WCA inauguró el congreso, argumentando las razones esenciales por la que, en su opinión, los lobbies deben ser regulados. “Nadie puede estar por encima de la ley y lógicamente los lobbies tampoco”

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¿Cómo acometer la regulación de los lobbies? Es la pregunta que intenta responder la World Compliance Association (WCA) en su Primer Congreso Internacional sobre el Lobby (Lobby & Compliance), un encuentro en el que su Comité Jurídico Internacional ha reunido a un nutrido panel de destacados expertos para responder a esta y otras preguntas sobre el fenómeno Lobby.

“La participación en los asuntos públicos no solo no tiene nada de malo, sino que es un derecho de todos los ciudadanos, de los empresarios y de los sectores de actividad”, ha afirmado Diego Cabezuela, abogado y socio fundador del despacho de Madrid de Círculo Legal y Presidente Internacional de la WCA, en la inauguración de las jornadas.

El jurista se refirió a la necesidad de regular las actividades de los grupos de presión, partiendo del hecho incuestionable de que estos grupos existen e influyen en las decisiones, pero lo hacen de forma no transparente, erosionando la credibilidad del sistema.

“Según un estudio realizado por Transparencia Internacional, en 2015, 6 de cada 10 ciudadanos europeos consideraba que las decisiones de sus gobiernos estaban totalmente o en buena parte al servicio de intereses particulares”, señaló Diego Cabezuela, que valoró este dato como «escalofriante». “Suena a una especie de resignación colectiva ante un poder y un estado de cosas más o menos inevitable, o imposible de combatir», añadió.

En este sentido, el encuentro estuvo orientado en ahondar en la necesidad de regular el lobby, así como en las herramientas que tienen a su disposición los gobiernos para hacerlo posible. “Queremos hacer de este primer congreso un foro de debate sobre ese cambio de ciclo, que creemos que va a ser inminente, y hacer nuestra aportación a la búsqueda de las soluciones”, ha señalado.

El Congreso ha reunido seis mesas temáticas sobre los principales sectores económicos donde el fenómeno lobby actúa y se percibe con fuerza, (farmacéutico tecnológico, financiero etc), dos conferencias expertas y una mesa dedicada a conocer el punto de vista de los medios de comunicación, porque, según explicó el abogado, es evidente que el fenómeno lobby a veces penetra o intenta penetrar en los medios, buscando influir o provocar estados de opinión favorables a sus intereses.

Esta primera edición del Congreso contado con casi seiscientos participantes, y con la presencia y apoyos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, la OCDE, Transparencia Internacional, la Academia Internacional de Anti-Corrupción (IACA), así como el Gobierno de la República Dominicana, la Fundación Hay Derecho, la Asociación de Profesionales de las Relaciones Institucionales (APRI), la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad Internacional de La Rioja, entre otras.

CIRCULO LEGAL
Fórmulas de cambio

Diego Cabezuela ha explicado que las organizaciones internacionales como Naciones Unidas, OCDE o Transparencia Internacional, “llevan marcando el camino desde hace tiempo”, señalando las “líneas fundamentales de lo que debería ser la regulación de los lobbies”.

Estas líneas consisten en la creación de “un registro obligatorio de lobistas”, así como de un código de conducta para este colectivo, y de «un órgano disciplinario independiente”, que garantice su cumplimiento.

Con la implementación de estas fórmulas, señala Cabezuela, se avanzaría en la transparencia de la toma de decisiones políticas. También se refirió a la publicidad de las agendas de los legisladores o funcionarios de manera que se pueda conocer con quién se reúnen y “se pueda establecer una huella normativa de cada norma que permita conocer todas las vicisitudes de su gestación y relacionarlas o no con las interacciones habidas entre legisladores y operadores económicos”, afirmó.

El jurista considera que estas vías “están sobre la mesa” y los actores políticos las conocen perfectamente. “Solo falta la voluntad política para convertirlas en normas jurídicas”, ha señala. En relación a esto, Diego Cabezuela destacó la “escasa regulación europea”, a pesar del “gran número de lobistas”, que cifró en 40.000, sólo en Bruselas.

Sin embargo, el Presidente de la WCA se mostró optimista de cara al futuro. “Parece que los estados de la UE se están moviendo”, y apuntó que “en España se ha puesto un anteproyecto de Ley” para acometer por fin esta regulación.

El compliance y la Fiscalía Europea
Aseguró también que en este cambio de escenario que se adivina en materia de lobby, “el compliance tendrá mucho que decir”. “El compliance significa compromiso ético y formas nuevas de hacer negocios y de relacionarse con las administraciones públicas”, añadió.

También destacó el importante papel que ha de jugar en este cambio inminente la sumisión efectiva de los lobbies al sistema de responsabilidad penal de las personas jurídicas y la oportunidad que supone la reciente entrada en funcionamiento de la Fiscalía Europea, con competencia para actuar directamente en 22 países.

“Es una herramienta legal formidable para conseguir la sujeción al derecho de todos los operadores de lobby», apuntó. “La inmensa mayoría de los lobistas son personas y profesionales absolutamente honorables y que desarrollan una actividad perfectamente legítima, pero nadie puede estar por encima de la ley”, señaló.

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