Cómo disfrutar de las vacaciones sin sufrir ácidez ni reflujo

El verano es la época del año en la que nos saltamos la rutina con mayor frecuencia. Este cambio de hábitos se aprecia, principalmente, en las comidas; debido a que solemos comer diferente durante las vacaciones o por el aumento de celebraciones y reuniones con amigos. Los platos que comemos en julio y agosto suelen ser más copiosos y con una variedad desmesurada de alimentos, algo poco frecuente cuando comemos en casa o durante otras fechas más tranquilas.

Estas condiciones pueden tener consecuencias negativas sobre el estómago y el sistema gastrointestinal si no se toman las medidas adecuadas. Una buena idea es seguir una serie de consejos con respecto al estilo de vida, como por ejemplo los consejos de Apoteca Natura, con tal de ayudarte a reducir o prevenir estos problemas.

Prevenir el reflujo y la acidez es posible, incluso durante la época de verano. Para ello, hay que buscar alimentos de calidad, principalmente frescos. Además, limitar o evitar el consumo de determinados alimentos que pueden alterar el funcionamiento del estómago, como las frituras, los dulces, los embutidos o determinadas salsas. Los platos picantes o las bebidas azucaradas tampoco son recomendables.

También es muy importante prestar atención a los alimentos que tomemos por la noche, ya que puede ser aún más perjudicial comer determinados productos de baja calidad antes de irse a dormir. De hecho, una de las medidas para evitar dolores estomacales después de cenar es evitar cenar justo antes de ir a la cama.

Tal y como hemos comentado, también es recomendable evitar las comidas copiosas, pero en determinadas ocasiones es inevitable. Como solución, hay que tratar de ingerir sin prisas, masticando poco a poco y realizando pequeñas pausas entre los platos.

Alimentos que contrarrestan la acidez, el reflujo o las dificultades de digestión

Elegir el tipo de producto que comemos, además de la calidad del mismo, es un factor decisivo para prevenir estos problemas. En estos casos se aconsejan proteínas de calidad como los huevos, las carnes blancas (pollo, pavo o pescado blanco) y las legumbres, como las lentejas rojas, que son más fáciles de digerir.

Otros hábitos

La acidez y el reflujo en verano también se pueden prevenir o reducir cambiando algunos hábitos de vida, como evitar el tabaco y reducir el consumo de alcohol. Ambos componentes no son buenos compañeros para aquellos que tienden a sufrir problemas estomacales. En los meses más calurosos, a raíz del aumento de las temperaturas, las consecuencias naturales de fumar o consumir bebidas alcohólicas se agudizan.

Es importante también beber abundante agua de manera regular.

Siguiendo todos estos consejos, el verano será mucho más llevadero.