ahorro
15 junio, 2021

“El elevado ahorro hace difícil pensar que vaya a haber una gran demanda de préstamos al consumo”

Por redacción puntocomunica
Share
  • Ante la posible euforia consumista provocada por la recuperación económica, los bancos están lanzando campañas para fomentar los préstamos al consumo, un tipo de préstamo que se frenó durante la pandemia debido a su permeabilidad ante la morosidad
  • El contexto de las familias, sin embargo, es de una elevada tasa de ahorro en los hogares españoles, lo cual hace “difícil pensar que haya una gran demanda de préstamos al consumo”, según afirman desde Tecnotramit

ahorro

Descongelar los préstamos. Es el movimiento que parece que quieren hacer los bancos de cara al previsible inicio de la recuperación económica en el verano y la fiebre consumista. Para ello, algunas entidades financieras ya han anunciado sus programas de préstamos al consumo, una reactivación que tendrá “difícilmente una demanda muy fuerte” debido a las grandes tasas de ahorro, según Vicenç Hernández Reche, CEO de Tecnotramit y presidente de la Asociación Nacional API.

En 2020, la tasa de ahorro en España se situó en el 14,8% de toda la renta disponible, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta histórica cifra, a priori extraña en una época de pandemia y crisis económica, se da paradójicamente porque aquellas personas que no han sufrido ERTE, ni han perdido el trabajo, han afrontado la pandemia con menores gastos, debido a las restricciones de ocio y de movilidad, lo que ha fomentado el ahorro.

Además, según señala Hernández Reche, a la situación de ahorro se le suma el hecho de que los préstamos al consumo, préstamos que da el banco de forma similar a una hipoteca para la compra de bienes, tienen un tipo de interés mucho más alto, rondando el 7%. “Son préstamos caros. Habrá gente que sí que los utilizará, pero si se mantienen los tipos altos en estos tipos de productos y teniendo en cuenta que la gente tiene ahorros no va a haber una demanda alta de este tipo de préstamos”, apunta el experto.

En este sentido, aquellas personas que pueden afrontar un préstamo porque han tenido una gran capacidad de ahorro, no optarán por pedirlo, mientras que aquellas que sí lo necesitan, quizás estén en unas condiciones que les haga ser potenciales morosos, por lo que el banco no les va a conceder el préstamo.

Estos intereses son más elevados que los de una hipoteca porque, en un préstamo hipotecario, el banco puede reclamar en todo momento el inmueble si se producen impagos, mientras que, en un préstamo al consumo, no hay ningún bien que respalde la inversión.

Si hay más ahorro… ¿Cómo lo gestionará la banca?
“La banca está destinando mucho dinero a productos alternativos fuera de balance”, explica Hernández Reche. El experto apunta a que la banca, ante la posible inflación estructural que se puede dar, no quiere tener dinero en depósitos ni en cuentas corrientes. Además de ser alternativas “poco rentables”, con la situación de inflación, el dinero inmovilizado, a tipos bajos perderá valor en términos adquisitivos.

En este sentido, el ahorro familiar también debería ir destinado mayoritariamente a la inversión y no al consumo. “Siempre se va a recomendar más que este tipo de ahorro vaya a fondos de inversión o a productos de inversión”, opina, ya que estos productos “dejan más margen para la entidad y también más oportunidad de revalorización por parte del cliente”.

Además, a esta situación se le suma el “miedo generalizado a un repunte de la morosidad”, que afecta más a los préstamos al consumo que a las hipotecas.

Print Friendly, PDF & Email