24 enero, 2010

El Instituto de Obesidad recomienda una dieta equilibrada prescrita por un especialista como la mejor forma de perder peso después de Navidades

Por redacción puntocomunica
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Madrid, 24/01/2010
Durante este período vacacional se ganan, de media, entre dos y cuatro kilos por persona. La conclusión de las fiestas navideñas, tras la proliferación de eventos gastronómicos -cenas familiares, de empresa, distintas celebraciones con amigos-, conlleva un exceso en la ingesta de alimentos grasos e hidrocarbonatados. La conjunción de estos factores implica un incremento, de media, de dos a cuatro kilos por persona durante las Navidades, lo que unido al sedentarismo propio del período vacacional suele suponer serios problemas de sobrepeso.

No conviene dejar que pasen largos periodos de tiempo sin poner remedio ya que el organismo cuenta con unos genes ahorradores de energía que en el caso de sobreabundancia provocarán que el cuerpo tienda a mantener las reservas adquiridas si esta situación se mantiene en el tiempo.

Desde el Instituto de Obesidad recomendamos llevar a cabo en estos días una dieta depurativa que nos ayudará a perder los kilos ganados y a equilibrar nuestro organismo, devolviéndole a su ritmo de vida habitual y reencauzando la dieta hacia unos buenos hábitos alimentarios.

Nos basaremos en una dieta blanda, evitando el consumo de alimentos grasos, dulces, productos manufacturados o de elaboración industrial en detrimento de alimentos naturales y poco elaborados.

En esta dieta, el aporte de frutas como la piña, mango o el pomelo es fundamental ya que facilitan la diuresis debido a su alto contenido en potasio y de esta manera ayudan a eliminar toxinas. El kiwi y la naranja actúan como potentes antioxidantes por la vitamina C.

Asimismo, las infusiones de té verde, rojo o menta poleo tienen función antioxidante y ayudan a reducir los niveles de colesterol LDL en sangre, además de facilitar las digestiones.

Realizaremos 5 tomas al día sin omitir ninguna. Es básico contar con un orden y respetar los horarios en
cada ingesta.

El desayuno es la toma más importante del día. Estará constituido por una ración de lácteos (desnatados), hidratos de carbono (pan, galletas o cereales integrales) y fruta (entera o zumo natural).

La media mañana será la ingesta que evitará que lleguemos a la comida con una sensación de hambre voraz. En esta toma aportaremos una ración de fruta (piña, mango, kiwi, naranja, manzana…), o un yogur desnatado, o una infusión de té verde, o menta poleo que ayudan muy activamente a depurar el organismo.

En comidas y cenas seleccionaremos:
– Como primeros platos: alimentos ricos en fibra y con un contenido bajo de glúcidos: verduras (enteras o en purés), ensaladas, sopas, caldos vegetales, de pescado, etc. Además, tomaremos arroz blanco y legumbres con verduras 2 veces por semana siempre en la comida.
– Como segundos platos consumiremos: pescado blanco en mayor proporción que el pescado azul, carnes blancas como el pollo o el pavo con mayor frecuencia que las carnes rojas que se aportarán en menor cantidad (2 ó 3 veces por semana) y huevos en tortilla, revueltos, cocidos o escalfados.
Restringiremos las frituras y alimentos rebozados.
– La bebida de acompañamiento debe ser agua. Es necesario beber al menos dos litros al día (corresponden a 8 vasos de agua), de esta manera mantendremos a nuestro organismo adecuadamente hidratado, y ayudaremos a eliminar las toxinas acumuladas por el aporte excesivo de dulces y grasas.
Sustituiremos el postre por infusiones que facilitarán la digestión, haciéndola menos pesada.
Si tomamos vino deberemos considerarlo un plato más por el valor calórico que supone.
– La merienda, al igual que la media mañana, conseguirá regular nuestro apetito de cara a la cena. Se tomará una infusión, una pieza de fruta o pavo con una tostadita de pan integral.
– En la cena es conveniente evitar la consentida fruta y lácteos, ya que nos aportan azúcares de absorción rápida y son transformados fácilmente en grasa. Se deben tomar hidratos de carbono de absorción lenta como las verduras y proteínas (huevos, carnes y pescados).

MENÚ TIPO DE 2 DÍAS


DIA 1:
Desayuno: café con leche desnatada + tostadas de pan con tomate triturado
Media mañana: 2 rodajas de piña natural
Comida: verduras asadas en papillote + filete de pollo a las finas hierbas + infusión
Merienda: kiwi
Cena: puré de calabacín + dorada al horno + té rojo

DIA 2:
Desayuno: infusión + zumo de naranja + 3 galletas integrales
Media mañana: yogur desnatado
Comida: menestra de verduras + filete de gallo al limón con champiñones + infusión
Merienda: 2 rodajas de piña
Cena: sopa de pescado + tortilla francesa + té verde

Todas estas recomendaciones deben ir acompañadas de un ejercicio físico diario moderado como caminar 30-45 minutos cada día, esto creará un efecto sinérgico con la dieta favoreciendo la pérdida de grasa y en consecuencia, del peso.

Así, el Instituto de Obesidad ofrece un amplio equipo de especialistas y nutricionistas que, en función de cada caso, diseñarán la dieta apropiada para alcanzar el peso anterior a la celebración de las fiestas. El seguimiento de los pasos establecidos se hará de forma continua e individualizada, haciendo
mucho más asequible la consecución del objetivo.

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