Descubre las claves para mejorar el liderazgo y la gestión empresarial con ‘Filosofía para directivos’ de Rais Buson, publicado por Lid Editorial

• La filosofía se ha convertido en una herramienta imprescindible para los directivos. Las organizaciones suelen estar centradas en el poder y la eficiencia, pero estas son soluciones a corto plazo. Solo con el saber filosófico se consigue mirar al horizonte estratégico y complementar la eficiencia con la efectividad

Aunque pueda resultar intimidante, la filosofía resulta fundamental para desarrollar una perspectiva más amplia y profunda sobre los problemas, para analizar de manera más crítica las cuestiones y los retos más complejos y para tomar decisiones informadas, coherentes, éticas y conscientes. Por ello resulta imprescindible tanto en la vida cotidiana como en el ámbito empresarial.

Con el fin de hacer la filosofía más accesible y aplicable especialmente en las organizaciones, donde las personas y los directivos son los actores principales, Rais Busom pone en nuestras manos Filosofía para directivos, una completa guía para mejorar el liderazgo y la gestión empresarial a través de la aplicación de la filosofía como herramienta fundamental.

La obra Filosofía para directivos, publicada recientemente por Lid Editorial, es una invitación a aprender a filosofar para que cualquier persona pueda aplicar la filosofía en su vida y obtener beneficios concretos de ella desmontando los falsos mitas que nos alejan de ella.

Tan solo el directivo que sea capaz de internalizar el pensamiento filosófico en su manera de actuar alcanzará el balance entre la voluntad de saber y la voluntad de poder que constituye la clave de la gestión efectiva y del éxito. A lo largo del libro, Rais Busom ofrece las herramientas para aprender a desarrollar las capacidades filosóficas necesarias para ser un buen líder a través de un método en el que deben asumirse diez principios que sintetizan el saber filosófico: socratismo, platonismo, aristotelismo, nominalismo, racionalismo, empirismo, criticismo, historicismo, existencialismo y estructuralismo. Cada uno de estos principios aparecen en la obra acompañados de casos de uso como ejemplo para hacer frente a los retos de la gestión empresarial.

Siguiendo el itinerario propuesto en el libro, el lector alcanzará el liderazgo de la sabiduría convirtiéndose en un guía espiritual de la administración de empresas, el líder empresarial que se necesita hoy en día para enfrentarse al desafío del futuro cercano.

Comprimidos filosóficos para la empresa
El prospecto filosófico contiene una serie de consejos para que la aplicación de la filosofía en la empresa se lleve a cabo con éxito.

Propiedades. La filosofía es una herramienta violenta que no tiene límites y que tiende fácilmente a la abstracción y a la destrucción, al menos en una primera fase, antes de pasar a la práctica y a la acción constructiva. Esa primera parte resulta imprescindible, pero debe manejarse con inteligencia y diplo- macia.

Indicaciones. La filosofía ejecutiva se debe utilizar incluso cuando no hay problemas evidentes para descubrirlos mediante la duda metódica. Se puede usar la parte del razonamiento filosófico para en- contrar soluciones efectivas a problemas conocidos y, finalmente, considerarla para construir discursos nuevos.

Posología. Las dosis se deben manejar con extremo cuidado. No es posible pensar más de una hora al día con calidad. Si puedes hacerlo, es que no estás pensando, sino haciendo otra cosa. Diferente es la actividad de dialogar o de debatir, donde se puede estar más tiempo, aunque tampoco resulta recomendable. Lo breve, si bueno, dos veces bueno.

Modo de empleo. La filosofía en la empresa nunca debe emplearse en modo puro o teórico, pues no solo provoca aburrimiento, sino que además no resuelve los problemas empresariales. La filosofía ejecutiva o filosofía aplicada a las organizaciones es útil no en sí, sino en cuanto sirve para transformar a los directivos con experiencia y formación en escuelas de negocios en hábiles y sabios pensadores.

Contraindicaciones. Los directivos con insuficiencia racional, demasiado pasionales, deben abstenerse del uso de la filosofía ejecutiva, al menos hasta conseguir una buena gestión de la inteligencia emocio- nal, así como los directivos que hayan presentado reacciones airadas ante nuevos planteamientos de su equipo. En cualquier caso, no se debe administrar la empresa en casos de hipersensibilidad a los sucesos conflictivos. No se puede pensar sin cierta distancia del flujo vital cotidiano ni poner entre paréntesis cómo le afectan a uno las adversidades de la organización.

Precauciones. Como dicen en los anuncios, don’t try this at home! La filosofía ejecutiva no sirve para los problemas personales. Puede ayudar, pero se necesita otro enfoque. Que la filosofía sirva para todo no quiere decir que deba utilizarse para todo. Hay que escoger: cada cosa requiere su particular metodología.

Interacciones. No se ha de usar la filosofía ejecutiva en dependencia de ninguna disciplina de administración de empresas, pues los resultados serán negativos. La filosofía necesita la máxima libertad. Si está condicionada, simplemente la filosofía no es; al revés, las demás disciplinas deben estar supeditas a la estrategia o táctica que nazca del filosofar ejecutivo.

Advertencias. No se debe emplear la filosofía innecesariamente ni exhibirla en público como quien muestra una pistola. Las armas son para matar, solo se sacan para disparar; de lo contrario, es fácil que nos acaben ejecutando a nosotros, metafóricamente hablando. Si no estamos en un contexto donde la filosofía es útil o se entiende su función, mejor no utilizarla.

Efectos secundarios. El ejercicio de la filosofía ejecutiva no es gratuito, sino que tiene un alto precio. Asumir los primeros embates del inevitable rechazo, del odio, de la ridiculización y de la sospecha no resulta nada fácil y carcomen la autoconfianza y la motivación. Es importante una decidida resiliencia porque, una vez superadas las dificultades, los más contrarios se convertirán en seguidores, especialmente si tenemos una gran convicción en nuestras soluciones y las hemos trabajado con diligencia.

Intoxicación y tratamiento. La razón y la sinrazón, la filosofía y la locura, están muy cerca. La práctica de la filosofía con devoción y entrega puede llevar a desconexiones permanentes o pasajeras. Hay que ser prudente y no bajar la guardia y cambiar de actividad cuando sea necesario o realizar unas pequeñas vacaciones mentales.

Acerca del autor
Rais Busom es experto en filosofía para directivos y pensamiento crítico aplicado a la transformación de personas y de organizaciones. Licenciado en Filosofía por la Universidad de Barcelona, completó sus estudios con diversos cursos de administración de empresas en ESADE y en Babson College, además de en otras materias como Ingeniería de Software y Ciberinteligencia.

Fue profesor de Filosofía en Bachillerato y de Informática en Formación Profesional. También ha sido profesor universitario de Ciencias Políticas e el ICESB e investigador de la CIRIT además de en otras instituciones internacionales.

Ha desarrollado su actividad profesional principalmente en la empresa privada en proyectos de transformación digital y desarrollo de equipos. Es autor de Aprende a pensar como un gurú (LID Editorial) y La espía que soñaba (Libros Indie).

Para saber más sobre Rais Buson, visita su web: https://busom.com/